¿Pensando en renovar tu cuarto de baño? Si tu baño se queda viejo, apagado y con algunas imperfecciones, ha llegado el momento de cambiarlo por completo.
En este post te enseñaremos el proceso de planificación y obras para tu baño. Una de las claves de la reforma será renovar la ducha. A continuación, te contamos qué aspectos has de vigilar y cuidar para poder contar con una ducha estupenda cuando reformes tu cuarto de baño.
Tomar una buena ducha es uno de los placeres de la vida. Y hacerlo en un habitáculo moderno y agradable, que funcione a la perfección, hace aumentar las sensaciones agradables de esta actividad matutina para convertirla en la mejor forma de comenzar el día.
¿Dónde colocar la ducha?
Tal vez antes hubo una bañera, tu ducha era muy pequeña o no te gustaba su forma o color. Ahora partirás de cero para conseguir la ducha de tus sueños. Eso sí, debes tener en cuenta el espacio disponible y piensa en el resto de elementos que has de incluir en el baño.
Sin embargo, cambiar la ducha de sitio o elegir un tamaño algo mayor son cosas que se pueden cambiar en este punto de la reforma. Poner la ducha en un sitio u otro puede determinar la forma y el tamaño del plato de ducha.
¿Cómo elegir el plato de ducha?
Es importante tener en cuenta las medidas de tu baño para el tamaño del plato de ducha, si tu baño es pequeño, lo mejor será que elijas un modelo cuadrado o de esquina, ya que los rectangulares ocuparán demasiado espacio. Hay platos pequeños con medidas estándar, aunque si necesitas uno especial puedes encargarlo a medida (el precio subirá un poco). Si lo encargas, además de las dimensiones, podrás elegir el color que quieras. Hay un montón para elegir.
Cuando te decidas por uno u otro modelo de plato de ducha, ten en cuenta la altura del mismo. Habla con el fontanero que va a ocuparse de instalarlo para saber si puedes poner un plato a ras de suelo. Si no puedes, procura que no tenga más de 3 cm de altura para que sea más accesible en caso de que lo utilicen personas mayores.
En cuanto a los materiales, lo último son los platos de carga mineral, un material compuesto de resina y mármol que resulta muy resistente. Es muy versátil, ya que puede hacerse a medida. Y como es antideslizante, también resulta seguro. Elige un plato de carga mineral con acabado gel coat y será, además de resistente, más fácil de limpiar.
Otra opción son los platos de piedra natural, ya sea pizarra, mármol o granito. Aunque son antideslizantes y fáciles de mantener, tienen el inconveniente de que son más caros y menos resistentes a los golpes.
¿Qué mampara elegir?
No podemos terminar sin mencionar el elemento principal: la mampara. Ahora que vas a cambiar la ducha, tendrás que decidir cómo la vas a poner, de qué material, que medida, etc.
Para empezar, has de saber que existen mamparas acrílicas, son más baratas y más seguras, ya que no existe riesgo de que se rompan. Sin embargo, también existen las de cristal que son más resistentes y se limpian mejor.
Las de cristal, tienen la desventaja de que pueden romperse. Si te decides por una mampara de vidrio, mejor que sea gruesa (de unos 4 mm como mínimo) y de vidrio templado. En estas últimas los cristales no se caen en caso de rotura.
En cuanto al acabado del vidrio, puedes optar por un cristal transparente o al ácido (que te aportará mayor intimidad, aunque el precio será un poco más caro).
Nuestro consejo: sea como sea tu mampara de vidrio, opta por una que lleve tratamiento antical. Es como una película que impide que la cal se adhiera a la superficie. Así es más fácil limpiar la mampara. Y si tu mampara no tiene este tratamiento, existen productos que se lo dan.